EL PRECIO DE LA FAMA

Cuando vemos a un famoso en una revista o en la tele solo solemos pensar: ¡qué envidia!
Guapos, con dinero, con miles de fans adorándolos ¡El sueño de cualquiera! Pero la fama también tiene su lado negativo, aunque no lo solemos ver.
Conseguir la fama puede ser más o menos fácil, pero mantenerla es lo complicado. Esto hace que los famosos estén continuamente presionados por sus agentes, publicistas, medios de comunicación y fans. ¡Todos quieren más y más! Fijaos en Robert Pattinson, solo lleva dos años ejerciendo de famoso guaperas y ya está cansado del acoso ¡él solo quiere una vida tranquila!
¿Os imagináis que todo el día estuvieran hablando de vosotras? Mal o bien; que estuvieran todo el día criticando lo que hacéis, lo que no; qué lleváis puesto, cómo os queda... Seguros que las primeras semanas lo soportaríais, pero al final acabaríais hartas ¡o pasaríais de todo!
Y luego está el problema de las adicciones... Muchos famoso, ante la dura presión de los medios de comunicación y de la propia fama, acaban cayendo en adicciones destructivas como el alcohol o las drogas ¡solo hay que ver a Amy Winehouse!
Así que antes de envidiar a un famoso, hemos de pensar en el precio que tienen que pagar para mantener su fama: anonimato, tranquilidad, libertad...